24 dic 2011

Tarde de fútbol

Hace algunos años, cuando la vida me llevó a zascandilear –es solo un decir– por Arabia Saudita, las calles de Riyadh, no tenían nombre ni los edificios número. Cuando uno quería ir a cenar a un restaurante poco conocido, facilitar la inexistente dirección al taxista era el primer y a veces insuperable problema. Imaginen algo así como “por la carretera de Abu Suwaitif, la segunda entrada a la izquierda, nada más pasar la mezquita de Al-Alrum; luego la primera a la derecha y en la esquina del Saudia Bank doblar hasta llegar a un descampado donde hay un anuncio grande de Toyota; allí enfrente”.

Taxista RiyadhAlgunos taxistas apenas entendían el inglés, se intercambiaban consultas a pleno pulmón en plena calle y con demasiada frecuencia resultaba imposible encontrar el lugar. Imagino que, con los teléfonos móviles, el messenger y el GPS las cosas habrán perdido la emoción y el romanticismo de entonces.

En cambio, en Hoedspruit, todas las calles están cuidadosamente rotuladas y los edificios numerados, aunque en la práctica no se necesita nada de eso. Todo el mundo conoce aquí a todo el mundo. Por ejemplo, ayer quise salir a cenar. Hay dos restaurantes: el “Cala la Pasta” –cocina italiana– y el “Ollies” –italian cuisine–. Ni uno más. En los dos, soy un cliente considerado.

Rest Cala la PastaEn el “Cala” me gusta cenar en la terraza de madera, muy acogedora, que tiene alrededor unas antorchas ardiendo para ahuyentar a los insectos y un televisor grande de plasma donde esta noche anuncian el partido del Barcelona contra el Getafe. Me elijo cuidadosamente la mesa para ver bien el fútbol y, al tiempo, evitar volver al lodge oliendo al humo de los hachones, por si un cambio repentino en la dirección del viento.

En la barra, ocho o diez turistas de la tercera o cuarta edad, escuchando el piano de Lissa, una morenita que toca muy bien, canta con una voz fresca, y de ningún modo hace honor a su nombre: tiene unas curvas de felino. Debe ser el cumple de alguna antigualla del grupo y acá estamos todos cantando el happy birday to you. Me pido un vino para pasar el rato y me sirven dos por lo del happy hour, con una bandejita generosa de cacahuetes. Buen síntoma: parece que todo irá de happy esta tarde.

Lissa termina la primera parte de su actuación y viene a sentarse conmigo. Nos conocemos desde hace pocos meses, pero nos llevamos bien. Se toma el vino que me han puesto de propina y empieza el partido. Los de la barra no están interesados en el fútbol y solicitan a Lissa que continúe. Como son más, la tele se queda sin audio y Lissa se arranca con As time goes by. Los octogenarios aplauden a rabiar. Llega Robyn, una ranger de la reserva, y me apuesto con ella los cacahuetes a favor del Getafe.

232090_gdMe entretengo haciendo estadística. Messi se va al suelo cada vez que pierde el balón. Como es sobrino de Platini, el delantero espera siempre un detallito por parte del árbitro. Alves protesta airadamente todas y cada una de las faltas que le pitan. Xavi y Puyol se van haciendo viejos. En esto, gol del Getafe y los cacahuetes a salvo. Robyn me pregunta si Ronaldo es mejor que Messi. Le digo que los dos juegan muy bien al fútbol, pero Ronaldo es un atleta y Messi un alfeñique. Luego hablamos de Guardiola, al que cierta prensa llama “hipócrita” y “meacolonia”. Aseguran que el guardiolismo es el zapaterismo aplicado al ocio. Ambos reparten postmodernidad y alfalfa para los borricos.

El Barcelona ha perdido y yo he terminado de cenar.


IMÁGENES: Arriba, en Riyadh, mejor si el taxista es indio o paki; evitar a los saudíes, sobre todo si eres mujer y vas sola. Centro, la terraza del “Cala la Pasta” en Hoedspruit. Abajo, Leo Messi en una de sus interpretaciones favoritas: “¡mamá, pupa!”.

10 dic 2011

La danza de las cañas

La tradición lleva gafas de sol y un viejo Nokia prendido en un cinturón de piel de cabra. Y tiene un descaro que asusta. Lumasha, 15 años, se ha arreglado el pelo al milímetro y viste de azul, blanco y amarillo. Lo de “viste” es un decir. Una banda oscura cruza entre sus pechos y deja al descubierto casi todo su torso. En la mano derecha sostiene un cuchillo que avisa de su condición de virgen. Pero de inocente no tiene un pelo. "¿España? ¡Fernando Torres es muuuy dulce!", grita entre las risas de sus amigas. "A mí me gustan los españoles”, suelta con descaro. Todas se ríen con ganas.

virgenes_suazilandia_reuters--644x362La imagen de cientos de jóvenes vírgenes bailando la umhlanga o “danza de las cañas” bajo la atenta mirada de su rey quien, de entre todas, elegirá su decimocuarta mujer, podría tener su punto de exotismo tribal si no fuera porque detrás se esconde una aterradora realidad.

Mientras Mswati III de Suazilandia elige nueva esposa, su país se consume. Cerca del 40% de la población adulta padece SIDA, la esperanza de vida no supera los 40 años, los huérfanos son legión, dos tercios de la población del país –unos 1,37 millones de habitantes– sobreviven con menos de 0,60 euros al día, no posee ninguna economía viable y los inversores extranjeros se retiraron hace tiempo.

Detrás de este desolador panorama hay un solo responsable. Sin gestión ni visión, el último monarca absoluto del continente africano usa y abusa de sus reales derechos. Los partidos políticos están prohibidos –¿para qué servirían si nunca ha habido elecciones?–, la prensa pública solo difunde información controlada y validada por las autoridades. El Times of Swaziland, único periódico privado de país, se enfrenta a grandes dificultades para acceder a la información oficial. La autocensura está generalizada y la crítica –inimaginable– es delito.

6215122953_e354a71c3eLa danza de las cañas es un rito de iniciación por el que debe pasar toda joven en este país. El sexto día de la tradición culmina con el baile frente al rey. Primero se presentan ante la reina madre o Indovuzaki (literalmente Gran Elefanta) y luego bailarán ante el monarca, desnudas de la cintura para arriba. Este año danzaron cerca de 60.000 muchachas –vírgenes solteras de 4 a 25 años– ataviadas con collares, faldas cortas y largas borlas que denotan su disponibilidad para casarse. El rey puede elegir una doncella para hacerla su prometida.

La mayor parte de las chicas parece disfrutar del acontecimiento. Tras la danza, la fiesta continúa. Entre los lugares especialmente apreciados está un río cercano donde las niñas se bañan desnudas durante la madrugada, y una fuente termal famosa por sus orgías sexuales, la bien llamada “fuente de los abrazos”. Sin embargo, los preservativos están prohibidos, algunas chicas son violadas por sus acompañantes y otras permiten que los hombres usen sus cuerpos a cambio de alimentos.

Suazilandia depende en gran medida de la ayuda internacional, lo cual no impide que el monarca envíe de compras, al menos una vez al año, a varias de sus esposas y decenas de servidores a Francia e Italia o Dubai y Taiwan utilizando dinero de las arcas del estado o que gaste en su avión privado el doble del presupuesto destinado a la sanidad, mientras atiende a una tradición que acabará por enterrar a su pueblo.

Refractario a la polémica, en mayo compró varios Mercedes blindados y el pasado año celebró por todo lo alto su 40 cumpleaños y el 40 aniversario de la independencia del país. En medio de una miseria generalizada, el rey dispone de una fortuna personal cercana a los 200 millones de euros y, además, recibe unos 15 millones de euros anuales para el mantenimiento de su numerosa familia.

Según el diario Mail & Guardian, su decimosegunda esposa ha pedido ayuda a Sudáfrica para poder salir del palacio, donde se encuentra retenida desde hace un año. Fue confinada después de que se hiciera público el –supuesto– romance que mantenía con un ex ministro de Justicia de Suazilandia, aventura rápidamente desmentida por la interesada, la princesa Nothando Dube, que cuenta con pasaporte sudafricano gracias a su padre.

Ser mujer es una tarea terriblemente difícil porque consiste, principalmente, en tratar con hombres. Por más que alguno de ellos sea rey.

 


IMÁGENES: Arriba, una multitud de jóvenes preparadas para iniciar la “umhlanga”. Centro, con el cuchillo –de plástico- en la mano derecha en su condición de virgen. Abajo, el rey Mswati III de Swaziland. Obsérvese el cinturón, situado por debajo del ombligo.

FUENTES: Para la elaboración de esta entrada se han consultado las fuentes que siguen: Mail & Guardian (Sudáfrica), The Time (Reino Unido), Times of Swaziland (Suazilandia), ABC, El Mundo, La Vanguardia y 20 minutos (España), Reporteros sin Fronteras, Suazi.com, Wikipedia, CIA Report y el Country Strategic Paper de la Comisión Europea.

26 nov 2011

Derecho a la vida

Cuando, en 1768, el escocés James Bruce pisó el suelo del continente negro dio inicio, sin proponérselo, a la era de los grandes exploradores africanos. En busca del nacimiento del Nilo, terminó descubriendo un continente de indescriptible belleza.

Encontró, intacta, una fauna de valor extraordinario que poblaba bosques, estepas y sabanas y que, poco después, sería mutilada en extremo por los comerciantes de marfil árabes, por los cazadores blancos y por los furtivos de cualquier color.

lioness-and-lion-cubPor esta razón, más que por ninguna otra, la historia de los animales de África está íntimamente ligada a la de los hombres. El mal llamado homo sapiens –reciente conquistador– puso en práctica su imaginado derecho a matar, causando daños irreparables. El deseo desmedido de conquista amputó la grandeza salvaje, sublime y original del bello continente negro, dejándolo exangüe y abandonado.

Sin embargo, en medio de este caos, surgieron hombres y mujeres que, poco a poco, hicieron florecer una nueva conciencia, incluso entre los artífices de la inadmisible masacre. Así fue como algunos cazadores depusieron sus armas. Entre ellos, Théodore Roosevelt, vigesimosexto presidente de los Estados Unidos, responsable de la muerte de miles de animales.

Personas movidas por el remordimiento o el respeto, profundamente involucradas en la defensa de tan generosa causa, alzaron sus voces y se postularon con decisión por el derecho a la vida, contando pronto con el apoyo de la National Geographic Society y la fundación Wilkie, entre otras. Si hubiera que mencionar a todos, la lista sería demasiado larga.

En desorden, citar a Raphael Matta, master of the bush, asesinado en 1959, quien llevó a cabo un combate ejemplar en Costa de Marfil a favor de la supervivencia de los animales salvajes. También a Bernhard Grzimek y su hijo Michel, cuyos enormes esfuerzos salvaguardaron la integridad del cráter de Ngorongoro, de fascinante belleza en tierra masai, en Tanzania.

Un recuerdo especial para Dian Fossey, asesinada a machetazos por los furtivos en 1985 –sospechosamente amparados por el gobierno de Ruanda-, quien luchó en África Central durante 22 años para proteger a los últimos grandes gorilas de montaña.

Nos enorgullecen los magníficos trabajos de Cynthia Moss, una mujer apasionada por los elefantes que, desde hace más de 30 años, cuida de los últimos gigantes del parque de Amboseli, en Kenya. Agradecemos al francés Pierre Pfeffer, iniciador de la campaña “Amnistía para los elefantes”, su lucha con empeño e inteligencia para erradicar definitivamente el comercio de marfil.



Gracias a ellos y a otros muchos formidables guerreros en esta dura batalla, el Kruger National Park, en Sudáfrica, y otros parques y reservas de vida salvaje del continente, pueden ofrecernos imágenes tan hermosas como las que dejo arriba.

Que las disfruten.

 


IMÁGENES: Arriba, leona con su cachorro. Centro, Dian Fossey con un par de gorilas de montaña. Abajo, secuencia de fotografías tomadas en el Kruger, en el centro de reptiles de Khamai y en el centro de rehabilitación de animales salvajes de Moholoholo, cerca de Hoedspruit. Lleva música de Paul Mottran: “Forces of Nature”.

12 nov 2011

Hoy toca gastronomía

Biltong, frikkadelle, potjirekos… no son más que exóticos nombres de algunos platos comunes y corrientes de la cocina sudafricana. En realidad se trata, respectivamente, de carne curada en salazón -similar a una carne seca como la cecina-, de albóndigas de ternera o cerdo y de un estofado tradicional elaborado con carne y verduras cocinadas en potes de hierro fundido.

La gastronomía de este país se origina en una amplia variedad de fuentes y usos. Desde la cocina nativa de los khoisan, xhosa y shoto, por ejemplo, hasta la introducida durante la época colonial por afrikáners y británicos, sin olvidar la influencia culinaria aportada por inmigrantes provenientes de India, Malasia y Java.

800px-CuisineSouthAfricaCon frecuencia, el uso y abuso de una inmensa variedad de salsas enmascara el verdadero sabor de lo cocinado y, francamente, a veces no sabe uno lo que come. Mejor, no vaya a ser que le estén sirviendo mashonzha. Que por aquí no es todo carne de avestruz -deliciosa y baja en colesterol- o sosaties, un pincho de vacuno marinado muy rico.

La mashonzha se elabora con las grandes orugas de la mariposa emperador, propia del sur de África e importante fuente de proteínas para millones de sudafricanos. Son atrapadas principalmente en el entorno de un árbol llamado mapani, de cuyas hojas se alimentan, aunque comen también de otros árboles indígenas, incluyendo hojas de mango. En los matorrales, las orugas no son consideradas propiedad de nadie, pero muy cerca de una casa se pide permiso para su recolección. En ocasiones, las mujeres ponen una marca en los árboles estableciendo así su propiedad.

800px-Mopane_worm_on_mopane_treeCuando la oruga es capturada, se pincha en la cola para romper sus tripas y luego se aprieta como un tubo de dentífrico para expeler su contenido verdoso. El método tradicional para su conservación es secarlas al sol o ahumarlas, aportando así un aroma adicional. Como las orugas secas casi no tienen sabor, frecuentemente se las enlata en salmuera o en salsa de tomate o en cualquier salsa picante. Presentes en todos los mercados rurales del país y en  muchos supermercados de las ciudades.

Las orugas secas se pueden comer sin más condimento, como un aperitivo crujiente. También suelen rehidratarse y luego se fríen y cocinan con cebolla, tomate y especias, y se sirven con sadza, una especie de gachas espesas a base de harina de maíz. Yo las probé a la pimienta y con tomate. No están mal.

El canal gastronómico Food Network presenta en internet un spot en el que un matrimonio norteamericano visita una remota tribu africana y comen mashonzha. El marido lo describe como de sabor a “pollo asado en miel”. Más tarde, el jefe de esa tribu es huésped de la pareja en Estados Unidos y le sirven pollo asado realmente en miel cuyo sabor describe en el vídeo -en su idioma nativo y subtitulado- “justo como las orugas del mapani”.

El gusto está hecho de mil repulsiones.


IMÁGENES: Arriba, cocina típica sudafricana. Obsérvense los potes de hierro fundido y la gran cantidad de salsas listas para aderezar cualquier plato. Abajo, oruga del mapani. Tradicionalmente se cosechaban para subsistencia y nutrición. En la actualidad, Sudáfrica comercializa unas 1.600 toneladas de estas orugas anualmente.

Según la FAO, se consumen más de 500 insectos distintos en países de África, Asia y América, sobre todo escarabajos, hormigas, abejas, saltamontes y mariposas, cuya riqueza en proteínas es similar a la de la carne y el pescado.

29 oct 2011

Rinocerontes sin cuernos

Por segundo día consecutivo, los monos nos han jodido esta mañana el café y el azúcar de la cocina. No sé qué desayunaremos hoy. Tengo por aquí unos higos secos y algo de pan de hace tres días...

Rinoceronte Pero no quería escribir de monos sino de rinocerontes, esa especie de “carro de combate”, salido directamente de la prehistoria, que habita el sur de África. Los biólogos los clasifican en dos especies: el blanco y el negro. A pesar de su denominación cromática, ambos son completamente grises y en la práctica se les distingue por su alimentación y tamaño. La designación de “blanco” procede del término holandés weit (ancho) que progresivamente derivó hacia white (blanco, en inglés). Mucho más abundantes, se alimentan de hierba corta que pastan sin descanso para nutrir un cuerpo de 4 metros de largo y hasta 5 toneladas de peso. Es de carácter apacible… pero no de fiar.

El negro es más pequeño –un metro más corto– pero mucho más irascible y, si se le molesta, su ataque puede ser temible: imaginen tonelada y media, con un cuerno por delante, lanzada a más de 50 km/hora. Come ramas, brotes, hojas y arbustos a veces muy tóxicos para el hombre. Es miope, pero se orienta perfectamente gracias a su oído y a su olfato, muy desarrollados.

Ambos están en grave peligro. Implacablemente perseguidos por sus cuernos, de supuestos efectos afrodisíacos –aunque la realidad sea que, ingeridos en polvo, pueden producir un grave acceso de ántrax–, su número ha disminuido de manera alarmante en las sabanas y estepas cubiertas de matorrales donde abundaban tiempo atrás.

Sudáfrica está estudiando una solución drástica y sin precedentes para su protección. El gobierno planea abordar el problema de la caza furtiva por eliminación, no de los cazadores furtivos, sino de la “presa”, es decir, de los cuernos del rinoceronte, por el expeditivo método de descornarlos.

Para hacernos una idea del problema, de enero a agosto de este año han muerto en Sudáfrica 279 rinocerontes cazados ilegalmente. En el 2010 fueron 333 animales, frente a solo 13 en 2007. Este espectacular aumento se atribuye a la avidez del mercado asiático en el campo de la medicina tradicional, donde la demanda de cuerno de rinoceronte está en constante progreso y se paga literalmente a precio de oro.

La posición de Sudáfrica es delicada. Habiendo desarrollado un sistema de caza legal y emitidos 130 permisos para el 2011, no parece estar en las mejores condiciones de frenar el lado oscuro del sistema, aunque el descornado podría ayudar a resolver el rompecabezas.

De hecho, sin dejar de disfrutar de la caza legal, el país podría beneficiarse de esta iniciativa para la protección de las especies. El descornado de los rinocerontes ayudaría a desincentivar a los furtivos, proporcionando, de paso, una gran cantidad de “materia prima” de la que obtener fondos para invertir en una buena causa ecológica.

Desayuno: sándwich de higos secos y pan duro. ¡Jodidos monos!

 


IMAGEN: Arriba, rinoceronte adulto pastando en el Kruger National Park, Sudáfrica, la mayor reserva de animales salvajes de África, en la frontera con Mozambique. Abajo, anuncio de cápsulas de polvo de cuerno de rinoceronte. En un programa de la NDTV, algunas celebridades británicas admitieron haberlo consumido “para calentarse”.

15 oct 2011

La marcha de las pendejas

“Me quieres virgen, me quieres santa
…me tienes harta" (Anónimo)

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La movida se inició el pasado abril en Toronto, Canadá, donde un oficial de la policía, durante una charla sobre seguridad, manifestó a un grupo de estudiantes de derecho que las mujeres no deberían vestirse como putas si de verdad quieren evitar las agresiones sexuales.

Obligado a pedir disculpas, el daño ya estaba hecho. Grupos de feministas y mujeres indignadas respondieron enseguida organizando manifestaciones de protesta, que los medios nominaron slutwalks o marchas de las putas, si bien algunos –que no algunas– han preferido llamarlas de las perras o, suavizando un poco, de las pendejas.

Según las organizadoras, la palabra puta busca reubicarse: Que las mujeres disfruten exhibiendo sus atributos no debería incitar a los hombres a comportamientos violentos. De estas palabras, algunos malintencionados interpretan que lo que se pretende es que los hombres violen por igual a todo tipo de mujeres, con independencia de su forma de vestir.

133268-slutwalk-protestEl caso es que, después de Canadá y algunos países europeos, el movimiento ha llegado a Sudáfrica, primer país africano anfitrión de una slutwalk. Hace pocas semanas, en Ciudad del Cabo, la más septentrional de la república, un par de miles de féminas hicieron saber, ruidosamente, que la excusa de la mujer seductora, a menudo invocada por los delincuentes sexuales para justificar su acto criminal, no debe ser tenida en cuenta bajo ningún concepto exculpatorio.

La marcha discurrió sin incidentes, en un ambiente relajado. Las mujeres luciendo sus prendas íntimas, acompañadas de algunos hombres vestidos con minifalda, por solidaridad supongo. No faltaron gritos de abajo los violentos, los violadores a la horca, y cosas por el estilo, insistiendo en que nadie tiene derecho a despojarlas de su dignidad femenina, se vistan como se vistan.

La marcha de las pendejas tiene sobrados motivos para estar presente en Sudáfrica, un país donde la violación se ha convertido en un flagelo nacional. Según las estadísticas oficiales, más de 55.000 violaciones y agresiones sexuales fueron denunciadas entre 2009 y 2010. Además, un informe de Médicos Sin Fronteras indica que las mujeres sudafricanas son violadas con la misma o mayor frecuencia que las mujeres que viven en un país en guerra.

La policía registra aquí, a diario, unas 35 violaciones o agresiones sexuales, pero se cree que esta cifra representa solamente la punta del iceberg y que la mayoría de los casos no se denuncian.

mujeres-nobel 2011Hace una semana justa, la presidenta de Liberia Ellen Johnson-Sirleaf, la política yemení Tawakel Karman y la activista liberiana Leymah Gbowee han sido galardonadas con el Premio Nobel de la Paz 2011 “por su lucha no violenta en defensa de la seguridad y los derechos de la mujer en el tercer mundo”.

Nunca te dan tanto como cuando te dan esperanza.

 


IMAGENES: Arriba, en Toronto, más de 3.000 mujeres pasearon desde Queen’s Park hasta la oficina central de la Policía reclamando su derecho a vestir como les diera la gana. Centro, se ve pero no se toca. Abajo, las tres mujeres galardonadas.

1 oct 2011

Los leones de Tsavo

Los detalles de este sencillo puente de la foto bien pudieran pasar completamente desapercibidos para el observador quien, acaso, estará más interesado en el convoy que lo cruza o le llamará la atención el color del agua o la escasa vegetación del entorno, sin que nada le invite a pensar que estamos en África.

Con todo, 110 años atrás, durante su construcción, el lugar se cubrió de sangre en unos acontecimientos en los que la realidad superó con creces la ficción.

Tsavo_BridgeSe trata del puente de ferrocarril sobre el río Tsavo, que significa lugar de matanza en idioma kamba. Fue diseñado y construido por el ingeniero militar inglés coronel Patterson quien, cuando aceptó el trabajo, no debió sospechar ni por asomo la clase de peligros con los que tendría que enfrentarse.

A finales del S.XIX, una de las prioridades del Imperio Británico era conectar su principal puerto en East Africa, Mombasa, con Kampala −la perla de sus colonias− en el marco de un proyecto mucho más ambicioso para unir por ferrocarril Cairo con Cape Town.

Las obras se vieron pronto interrumpidas, apenas iniciadas, por las agresiones nocturnas de dos leones macho, una pareja asesina que arrastraba a sus víctimas fuera de las tiendas de campaña donde descansaban, para devorarlas en plena selva o, como se supo después, en la cueva de las bestias. Actuaban siempre juntos y se dice que acabaron con la vida de 140 hombres aunque, en investigaciones posteriores, la cifra de víctimas se redujo a poco más de una treintena. En todo caso, demasiadas.

Los aterrorizados trabajadores no tardaron en crear una leyenda en torno a las fieras, bautizándolas como Ghost, fantasma, y Darkness, oscuridad, evocando el mito local de dos guerreros kamba supuestamente reencarnados en demonios leones. El pánico se apoderó de los obreros, renunciando a trabajar en la construcción del puente ante la ferocidad de los ataques.

Patersson tuvo que plantar cara a los leones, primero protegiendo el campamento con una empalizada de espinos que resultó completamente inútil y luego con numerosas e ingeniosas trampas. Sin embargo, los dos leones demostraron tener una inteligencia nada común, librándose siempre, a veces por los pelos, de las balas del coronel.

La caza de los leones fue una obsesión para Patterson. Tras varias tentativas fallidas consiguió acabar con la vida de uno de ellos y dos semanas más tarde logró matar al segundo. Poco después dio con la cueva de Ghost y Darkness, horrorizándose ante la cantidad de huesos humanos que halló en la cavidad.

Bwanadevil3Estos hechos inspiraron “Bwana Devil”, 1952, la primera película que se proyectó en 3D en los Estados Unidos. Años después, en 1996, la historia fue de nuevo llevada al cine con el nombre de “Garras”, interpretada por Michael Douglas y Val Kilmer.

Ambas recibieron una pésima crítica. Sin embargo, la fotografía y la música de la segunda me parecen más que aceptables.

Cuestión de gustos.


IMAGEN: Arriba, el puente sobre el río Tsavo. Al lado, cartel anunciador de la película “Bwana Devil”.

Patersson dejó escritas sus aventuras e intentos de cacería en su obra “The Man-eaters of Tsavo”. Actualmente, los dos leones se encuentran, bastante mal disecados, por cierto, en el museo “Field” de historia natural de Chicago. Kenia reclama insistentemente las piezas para su propio museo de historia y patrimonio.

17 sept 2011

Johannesburgo

“Una ciudad arrebatada a los blancos
por el orgullo de los negros.” (Javier Reverte)

Johannesburg-cityEl airbús de Iberia se toma sus buenas diez horas desde Madrid para llegar a Jo’burg, nombre coloquial de la capital de la provincia de Guateng, que en lengua tswana –una de las once lenguas oficiales de Sudáfrica– significa “país del oro”. Así fue por obra y gracia de un emigrante australiano que, en el lejano 1886, decidió plantar un arbolito en su jardín para que le diera sombra a su esposa mientras le repasaba sus calzones de agricultor, sentada en una silla de anea.

No sabremos nunca si aquel buen hombre se hubiera atrevido a abrir el hoyo de haber imaginado las consecuencias que su primer golpe de pico iba a suponer para el futuro de millones de personas. El caso es que, ante sus asombrados ojos, apareció el filón de oro más gigantesco que se hubiera descubierto jamás.

La noticia corrió como la pólvora y, en muy poco tiempo, miles de buscadores de oro se precipitaron sobre el lugar. Se formó un inmenso campo de tiendas de campaña y precarias construcciones que bautizaron con el nombre de Johannesburg, en consideración a los dos inspectores de minas, Johann Rissik y Johannes Joubert, que el gobierno inglés envió para poner orden en aquella locura.

Muy pronto, las colosales fortunas acumulas originaron un imparable proceso de urbanización. El Jo’burg de hoy es la ciudad de los superlativos: la más rica de África, la que tiene más piscinas y los rascacielos más altos del continente. Pero no es oro todo lo que reluce: también las mayores disparidades sociales y una de las tasas de criminalidad más elevadas del mundo.

El resultado de todo ello es una desestructuración abrumadora y una atmósfera paranoica sin igual. En una misma calle es posible cambiar totalmente de mundo y cruzando dos o tres, se muda de universo social y cultural. Jo’burg es una ciudad extensa, muy extensa, con barrios cruzados por autopistas y vías rápidas que permiten moverse por toda la ciudad sin necesidad de poner los pies en los más peligrosos. Algunas calles discurren sobre los terrenos de antiguas minas abandonadas, amarillentas colinas de aspecto lunar.

cabernet-sauvignonObviamente, existen barrios interesantes y seguros, con cierta vida cultural y restaurantes donde se come medio bien –nada del otro mundo- y se beben los aceptables caldos del país.

La cultura vinícola fue aportada por los hugonotes, protestantes franceses que, huyendo de la persecución religiosa en su país, desembarcaron en El Cabo durante la segunda mitad del siglo XVII.

Más tarde se hicieron exportadores del Groot Constantia, el vino elegido por Napoleón para hacer más llevadero su destierro en Santa Elena.

 


IMÁGENES: Arriba, Johannesburgo desde lo alto del Carlton Centre, el “Top África” de 50 pisos, el rascacielos más alto del continente durante 38 años. Abajo, etiqueta de un cabernet sauvignon sudafricano.

3 sept 2011

Hasta la vista, Europa

Concierto año nuevoSabe amargo el adiós a las cosas queridas. Me despedí de mi Europa seductora de la mejor manera posible: escuchando un inolvidable concierto en la mismísima Sala Dorada de la Musikverein de Viena, allá donde, cada primero de enero, la Orquesta Filarmónica de la capital austriaca, de la mano de prodigiosas batutas, nos emociona –siquiera por televisión– con magistrales interpretaciones de las obras de Strauss padre e hijo.

Esta vez, en directo y sin la crueldad del invierno, tuve el inmenso placer –la culminación de un sueño– de disfrutar de tan excepcional escenario y de la Viener Mozart Orchester, que nos cautivó con una selección de obras del genial compositor austriaco. La música de los Strauss –broche de oro– se materializó en el evocador vals del Danubio Azul y la apoteosis final de la Marcha Radetzky, propina del director como en las mañanas doradas y frías de cada año nuevo.

Y yo, feliz mortal, sin perderme una sola nota desde un palco que imaginé ocupado un día por Berlusconi o por un magnate de la industria o un editor del play boy o un sátrapa marrullero del este o del oeste a quien no le dolieran prendas desembolsar a tocateja los 7.000 euros por barba o sin ella que cuesta escuchar, con suerte, el Concierto de Año Nuevo, aposentando su orondo trasero en una silla tapizada de paño rojo y proletario. Como la mía .

SchnitzelLa cocina austriaca, sin embargo, no es tan delicada como su música. El plato más popular, el wiener schnitzel, no es más que un ramplón filete empanado de pechuga de pollo que suele servirse con patatas cocidas. Eso sí, con una historia no tan vulgar.

Los venecianos del siglo XV mostraban su riqueza poniendo pan de oro sobre la comida. Cuando las autoridades italianas prohibieron esta práctica, el oro fue sustituido por pan rallado, mucho más prosaico y bastante menos espectacular. Se dice que el mariscal de campo Radetzki –el de la marcha– tras vencer a los rebeldes en Milán en 1857, tomó como botín esta receta, llevándola a Austria y convirtiéndola en el buque insignia de la identidad gastronómica del país.

Wiener_RiesenradCon todo, cenar un schnitzel al final del día en el Prater -el gran parque público de Viena- junto a la Riesenrad, tiene su encanto. Fue construida a finales del XIX, y sobre ella se desarrolló y filmó el diálogo de la noria en la magistral película de Carol Reed El tercer hombre.

“La barquilla se balancea y se queda inmóvil en el punto más alto de la curva. Harry (Orson Welles) se vuelve de espaldas y mira por la ventana. Martins (Joseph Cotten) está pensando que, con un buen empujón, podría romper el cristal. Harry señala a la gente, que parecen moscas negras moviéndose a los pies de la noria.”

“Harry: ¿De verdad sentirías compasión por alguno de esos puntitos si dejara de moverse para siempre?... Si te ofreciera veinte mil libras por cada puntito que se parara ¿me dirías que me guardase mi dinero o empezarías a calcular cuántos puntitos negros podrías permitirte dejar con vida?...
Martins: Me gustaría tirarte por la ventana de un empujón.
Harry: No sería fácil. Llevo pistola. Nadie buscaría una herida de bala en tu cuerpo si te estrellaras ahí abajo.”

Perdonen que termine aquí. Se me está enfriando el schnitzel.

 


IMÁGENES: Arriba, la Sala Dorada durante un concierto de año nuevo en Viena. En el centro, “schnitzel” con patatas asadas. Abajo, la “Riesenrad”, considerada la noria más alta del mundo hasta 1985, en que la Technocosmos (ahora demolida) fuera levantada en Tsukuba, Japón.

Aquí dejo un fragmento de la banda sonora de “El tercer hombre” en una versión que no está nada mal. Para que funcione, click sobre la flecha.