4 ago 2012

El Guernica de Keiskamma

Estamos en la antigua patria Ciskei de los sesenta, en uno de los dos bantustanes o territorios autónomos asignados por las autoridades sudafricanas para recluir en ellos a los hablantes del idioma xhosa.

Los niños mueren porque el sistema de salud no puede proporcionarles los cuidados necesarios, las personas mayores enferman de afecciones comunes y los hospitales frecuentemente se quedan sin medicamentos. El desempleo afecta a la mayoría de la población, las escuelas son una pura ruina y los alimentos escasean.

Después llegó el sida, erosionando aún más la esperanza y la fuerza de una población devastada ya por la pobreza y los abusos del régimen del apartheid. En la década de 1990, mientras la enfermedad se propagaba por todo el país, el gobierno rehusó reconocer la pandemia, y cuando el número de infectados se hizo evidente, negó durante años el tratamiento necesario para sobrevivir. Posteriormente, Ciskei fue reincorporado a Sudáfrica como parte de la provincia del Eastern Cape, pero la situación no mejoró.

La fundación Keiskamma trabaja desde hace 10 años en este entorno, desarrollando proyectos de arte y salud. Ahora, una exposición itinerante nos cuenta la historia del dolor y el valor de gentes ignoradas por los poderosos que, mientras lloran a sus muertos, luchan a diario contra viento y marea por sobrevivir con dignidad.

picasso_guernicaEl elemento principal de la exposición es el Guernica de Keiskamma, un tapiz inspirado en la pintura homónima de Picasso (arriba), una de las obras de arte más importantes del siglo XX que refleja el espanto del bombardeo de un pequeño pueblo en el norte de España. Las bombas cayeron en un día de mercado, cuando el centro de Guernica estaba lleno de mujeres y niños de las zonas rurales de alrededor. El cuadro del pintor malagueño es una denuncia de los momentos y lugares en los que los gobiernos, solo interesados en sus propias agendas, sacrifican sin piedad ni compasión a los más vulnerables.

A diferencia del Guernica original, el de Keiskamma (abajo) no representa el horror de un hecho concreto sino la lenta descomposición del tejido social de una comunidad. Cada día se pierde un hilo y, de pronto, una generación entera ha desaparecido. Cada día aparecen más y más estragos que no pueden repararse con los medios disponibles. Mientras ricos y privilegiados construyen una sociedad a su medida, el mundo rural se llena de innumerables tumbas. Los que sufren no gritan como en la escena del bombardeo. Los pueblos del Eastern Cape lloran, rezan, se aferran a la vida y pelean sin desmayo contra la despiadada enfermedad. Un millar de personas mueren a diario en Sudáfrica a causa del sida y la indiferencia.

dsc_9125-editEl Guernica de Keiskamma tiene el mismo tamaño que el original de Picasso: 3,5 metros de altura y 7,8 de ancho, empleando igualmente colores sombríos. Sin embargo, mientras Picasso utiliza negros y grises para reflejar la catástrofe, el fondo gris-marrón del Keiskamma muestra los colores de las faldas tradicionalmente confeccionadas a mano por las mujeres xhosa y de las mantas de los pacientes muertos en los centros de tratamiento de la fundación.

Vivir, a veces, es solo cuestión de suerte.

 


IMÁGENES: Arriba, niños participantes en un programa de educación en el área de South Peddie. Centro, el Guernica de Picasso. Abajo, el Guernica de Keiskamma, diseño y creación de Carol Hofmeyr con numerosos ayudantes y el grupo de artesanos del Proyecto de Arte Keiskamma.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Felix
Como siempre fantastico comentario y al mismo tiempo aterrador panorama de los pueblos Africanos.
Un saludo.
Jose Antonio Tarrazo

Maribel dijo...

Hola amigo Felix ,,triste relato .
La muerte por indiferencia es francamente cruel, deseo para todos los pueblos de la tierra mas compromiso de verdad y mas ternura.

Oscar dijo...

Este tipo de postales, estimado Felix, son muy comunes en todo el Planeta, es asi...
Un saludo
Oscar

Pascale dijo...

Lo interesante que es! E interesante también seria escribir un ensayo sobre el tema. Lo pongo entre las mil cosas que quiero hacer en mis mil vidas para retomarlo algún día!
Que tengas un feliz domingo.

Anónimo dijo...

Somos crueles e insensibles los humanos es lo unico que puedo decir. Nélida.